El eje histórico y cultural de Caldes de Montbui es su agua termal, entre 65º y 70º. En el pueblo hay diversos lavaderos, la Portaleta, la Esperança y el de los tuberculosos. El safareig, como se dice en catalán, representa una extensión del espacio privado. Las mujeres marcan distintos itinerarios desde sus casas, a diferentes horas y con diferentes intenciones, aunque un mismo objetivo común: lavar la ropa. El safareig tiene además otros significados: espacio relacional, de cotilleo, de ayuda mutua o de conflicto por la conquista del espacio o la calidad del agua.
En el agua se puede leer muchas cosas, como el tipo de trabajo y los miembros de la familia... Pero también emergen otros aspectos que reservados a la intimidad, no pueden escapar a la transparencia del agua. Así, una madre se podía enterar si su hija había mantenido relaciones sexuales al lavarle las braguitas, o se podía controlar el ciclo menstrual de cada mujer. El lavadero público rompe con esa barrera que enmarca lo privado del ámbito del trabajo doméstico, del cuerpo y de la sexualidad.
Un grupo de mujeres de Caldes, las que lavan en el safareig de La Portaleta, nos cuentan sus recuerdos, experiencias, deseos...